miércoles, 16 de junio de 2010

Día 15


A tu salud día 15…

Y el calendario fue implacable y marcó que hoy era 15, y que otra vez la vida tenía que darme un puño en la cara, y yo, hacerme la estúpida porque otros tienen problemas peores. Por ahora prometo no volver a hablar de política, ni poética. Que no me preocupe el país ni la familia; dejar que cada quien haga lo que quiera y no hacer ningún comentario al respecto. Ignorar las palabras feas y hasta las bonitas. Seguir a cuestas con la soledad que no quiere soltarme. No mirar atrás y tratar lo menos posible de mirar adelante para no decepcionarme demasiado del panorama. Encontrar la manera de soportarme en los días largos tirada en la cama. Caminar sin cansarme, sin esperar encontrar algo especial en medio de este monocromatismo que abruma; a veces. Intentaré que no me abrume más. Aprender a encontrar placer en el dolor, disfrutar la monotonía. Por lo menos las cosas están mal pero no se han puesto peor. Y sí se ponen peor pues mejor. Más aprendo. Hacer estupideces que no tendrán eco ni consecuencias, y si las tienen asumirlas con las guevas que poco me caracterizan. Escribir mucho para aprender un poquito, e intentar que no me echen del trabajo por incompetente. Leer un tanto. Esperar un amanecer. Rayito de la mañana tu sabes cuánto te odio… Casi tanto como a los días 15. Casi tanto como a Marzo. Casi tanto como a la maldición de ese azul que no se olvida.

Día maluco, gris, feo que quisiera olvidar. Pero aquí te inmortalizo hijo de puta; precisamente

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