lunes, 2 de febrero de 2009

Enemigo Íntimo

El pánico, el instante de silencio que precede a la más hermosa melodía o a la uña que sin piedad recorre un tablero. La incertidumbre de no saber a dónde llegará el tren que acabamos de abordar, pero la certeza de saber que al finalizar el viaje seremos seres distintos, a veces en pequeña medida, o a veces cambiaremos tanto que no sabremos como reconocernos frente al infalible espejo del alma. A todos nos llega el momento, y parece que hoy es el mío. Mi alma es débil, pero el deseo es grande. Eres tú, tan blanca, tan pura y tan virgen la que me asusta, la que me desarma y desata en mi la locura de un enamorado. Pero es también tu vacío y tu descarada inocencia que me hace querer vencerte y profanarte. Estoy temblando ante ti, y ahora que te miro bien pareces demasiado grande y amenazas con ganarme la batalla. Por eso me encuentro aquí en busca del arma perfecta para vencerte querida. Buscando el sacrilegio perfecto para profanar tu vida inmaculada y ser yo quien te domine, quien haga lo que quiera contigo porque para eso te crearon. Ahora, ven a mí y no te pongas tan pálida, yo sólo voy a dejar mi alma sobre tu blanca piel. Te amo, y te odio, querida hoja en blanco

1 comentario:

JuanSe... dijo...

ay amá!!! jarcor... yo una vez escribí algo parecido... pero no tenía blog y no tenía lo que llaman la agalla para mostrar lo que escribía... y eso se fue en alguna recolecta de reciclaje... pero realmente... me gustó demasiado tu manera... yo no soy capaz de manejar ese misterio... ps... todo el tiempo pensé que era otra cosa... y changos... ups, era totalmente opuesto lo que yo imaginaba... asi que jm...

un abrazo...

te quiero mucho