sábado, 18 de octubre de 2008

Algo... nada

Talvez haya tan poco que contar, que las musas se fueron aburridas a otra parte donde fueran más útiles. O talvez nunca hayan venido, y yo las confundí con los fantasmas ineptos de mis pretenciones. En fin, no hay mucho para decir. Sólo sé que debo seguir con el vacío permantente en la boca del estómago y con el miedo punzante de siempre estar haciendo las cosas mal, y que los días oscuros, van a volver… Están volviendo, y talvez el huracán sea peor que nunca…
Aún no puedo olvidar a Calamaro y si pudiera mataría por cinco minutos más..

1 comentario:

JuanSe... dijo...

changos no se que es... changos... estoy como mal... está muy bien... siempre deseamos esa vaina, cinco minutos mas patodo, pal parcial, pa la exposicion, pa despertarnos, en la ducha caliente antes de clase de seis, con "esa" persona... muy buen escrito jejejeje... y las musas no se fueron, se escondieron... jejejeje... porque tu sabes que las tienes ahí...
un abrazo